Con motivo del Día Mundial del Consumidor, desde el Despacho de Abogados Moraleda os dejamos estos consejos sobre las hojas de reclamaciones. Una herramienta válida para mejorar el mercado y el servicio prestado por los establecimientos a los consumidores.
En primer lugar es necesario que el consumidor conozca si las hojas de reclamaciones pueden solicitarse en cualquier establecimiento español. En este sentido, debemos señalar que son impresos oficiales emitidos por las Comunidades Autónomas y estandarizados, que están obligados a tener a nuestra disposición por Ley todas aquellas personas físicas o jurídicas que, en su caso, actúen en el marco de una actividad empresarial destinada a la comercialización de bienes o servicios.
Las administraciones de consumo de las Comunidades Autónomas son quienes determinan en España qué empresas o profesionales deben disponer de hojas de reclamaciones en su ámbito territorial. Por regla general, las normativas autonómicas prevén que todas las personas físicas o jurídicas que comercialicen bienes o presten servicios destinados a los consumidores finales deben tener a su disposición y facilitar hojas de reclamaciones cuando así se lo soliciten.
Qué hacer si se niegan a darme una hoja de reclamaciones
Desde el Despacho de Abogados Moraleda le recomendamos que si usted solicita una hoja de reclamaciones y se niegan a dársela en el establecimiento, puede solicitar la asistencia de un policía municipal con el objetivo de dejar constancia del hecho sucedido para que usted pueda reclamar.
La hoja de reclamaciones que deben entregarle tiene unas características determinadas. Debe contener tres folios de color blanco, verde y amarillo. Una vez cumplimentado, usted debe quedarse con las hojas de color verde y amarillo mientras que la de color blanco debe presentarla en el organismo correspondiente (generalmente, en la Oficina de Información al Consumidor de su localidad).
El hecho de poner una hoja de reclamaciones no supone que usted vaya a recibir un resarcimiento económico, tan sólo sirve para dejar constancia de que una empresa ha ofrecido un mal producto o servicio a un consumidor. En caso de que usted desee una compensación económica, deberá dirigir su queja formalmente al Sistema Arbitral de Consumo de su Comunidad Autónoma o con una demanda judicial ante los juzgados.
